Una investigación elaborada por el Instituto de Estudos Turísticos (IET) de Galicia para el Gobierno autónomo estima en una horquilla de 24,55 a 31,03 millones de euros el impacto económico derivado del viaje que Benedicto XVI efectuará a Compostela el 6 de noviembre: desde 13,04 hasta 18,83 de facturación turística, 10,7 en concepto de proyección mediática y un tope de 1,5 por recaudación tributaria. También a instancias del Ejecutivo de Feijoo, la Universidade de Vigo empezará a redactar dentro de 16 días un segundo informe sobre la misma materia, aunque más extenso que el primero y construido ya sobre la base de datos reales, no a partir de hipótesis.
«Visitas previas a otras ciudades han suscitado noticias contradictorias sobre la rentabilidad económica de tales macroeventos , especialmente en tiempos de crisis. El objetivo del presente análisis es, por tanto, estudiar el impacto económico de esta, bajo varios supuestos». Así comienza un dosier que, clasificado como confidencial y datado a 13 de septiembre, cifra el probable volumen de dinero generado por el acontecimiento en una cantidad diez veces superior a la que la Xunta planea destinar a su cofinanciación, tres millones.
El trabajo, pues, avala la tesis que varios conselleiros y el presidente esgrimen en público desde hace semanas cada vez que se les pregunta acerca de los pros y contras de la presencia del Pontífice en la comunidad: materialmente, reportará mucho más de lo que detraerá. ¿Por qué entonces nunca han empleado las conclusiones de los expertos para reforzar su discurso? Según un alto cargo, por un lado, en San Caetano nadie desea abrir este debate, el de los números, hasta que el día D haya pasado y, por otro, tampoco se quiere incurrir en la «falta de respeto» que supondría «plantear la estancia del principal líder espiritual del mundo en términos de negocio».
El IET pinta un escenario «conservador» y otro «más optimista», pero «siempre tomando [como referencia] históricos de estadísticas en todos los casos extremadamente conservadoras». Hoteles, restaurantes y comercios ingresarán, a su juicio, un mínimo de 8,72 y un tope de 10,1 millones en el primer fin de semana del mes, así como un extra bimestral de entre 4,32 y 8,73, este último gracias «al efecto llamada (aumento de visitas imputable al evento)». Amasarán así unos beneficios netos que irán desde 3.830.000 hasta 5.065.000 euros. Y, producto de ello, el erario obtendrá vía impuestos una inyección de otros 806.000 ampliables en 694.000 más.
Además, apunta el texto, para igualar la repercusión en medios periodísticos de la que Galicia gozará el 6-N gratuitamente, en condiciones normales la Xunta debería abonar 5,18 millones en publicidad televisiva y 5,5 en anuncios de Internet.
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