Será María Teresa Fernández de la Vega, la vicepresidenta primera del Gobierno, y no José Luis Rodríguez Zapatero, la que reciba al Papa, junto con los Príncipes, a su llegada a Compostela. El presidente del Gobierno ha preferido reunirse con Benedicto XVI en Barcelona, dejando de lado, una vez más, al Xacobeo.
Y es que durante todo este Año Santo, Zapatero no se ha dignado ni un sólo día a apoyar con su presencia el Año Santo, ni tan siquiera en el día grande de Santiago, el 25 de julio.
El alcalde, Xosé Bugallo, le restó importancia a este hecho. «Es normal que el presidente del Gobierno esté donde se encuentre el Rey. No hay que darle importancia. Para mí no ha sido ninguna sorpresa, porque cuando se anunció que el Rey iba a estar en Barcelona ya dimos por hecho que aquí no vendría Zapatero».
Bugallo reconoció «que a todos nos hubiera gustado tener a Zapatero aquí durante este Año Santo, y yo aún no descarto la posibilidad de tenerlo. De todas formas, Zapatero no es muy proclive a participar en actos religiosos».
Por su parte, Conde Roa señaló que no echará de menos a Zapatero el 6 de noviembre, al tiempo que se alegró de que sean los príncipes los que reciban al Papa, «porque la Casa Real sí que ha apoyado el Año Santo». Jesús Chenel, presidente de la Asociación de Empresarios del Tambre, indicó que aún quedan tres meses de Xacobeo para que Zapatero venga a Santiago.
Y mientras tanto, el Papa aseguró que visitará la tumba del Apóstol Santiago como «peregrino que recorre las vías del mundo con esperanza y sencillez, llevando el mensaje de Cristo Resucitado». Así lo afirmó en el mensaje enviado al arzobispo Antonio María Veglio, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes, y al arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, con motivo del II Congreso Mundial de Pastoral de Peregrinaciones y Santuarios, que desde ayer y hasta el 30 de este mes se celebra en la ciudad compostelana.
En el mensaje, hecho público ayer por el Vaticano, el Pontífice envía un «deferente saludo» al Rey de España, que ha aceptado la presidencia de honor de ese congreso y con el que se reunirá el 7 de noviembre, en Barcelona, en el segundo día de visita a España.
LOS SANTUARIOS. También resaltó la importancia de las peregrinaciones a los santuarios. «Yo mismo peregrinaré próximamente a la tumba del Apóstol Santiago, el amigo del Señor, del mismo modo que he dirigido mis pasos hacia otros lugares del mundo, adonde acuden numerosos fieles con ferviente devoción», manifestó.
El Papa subrayó que desde el inicio de su Pontificado ha querido vivir su ministerio «con los sentimientos del peregrino que recorre las vías del mundo con esperanza y sencillez». Recordó que como signo explicito de esa misión, en su escudo papal figura la concha de peregrino.
Por último, el Arzobispado anunció ayer que las campanas de todas las iglesias repicarán a la llegada del Papa a Santiago a las 11.30 horas, y que se hará una colecta para ayudar a los gastos que conlleva la peregrinación.